El Perito: Un verdadero Sherlock Holmes

Por las manos de un perito especializado en arte y antigüedades pasan todo tipo de obras y objetos, de los que en la mayoría de las ocasiones no tiene más datos que los que sus propios ojos le proporcionan. A partir de esta primera inspección visual empieza todo.

Sherlock era capaz de percibir los detalles más insignificantes, de hacer las más complicadas deducciones y sacar las más imprevistas conclusiones de los más nimios detalles. Pues bien, como él, el perito-experto debe hacer una labor de investigación exhaustiva y fijarse en todo aquello que le pueda llevar a encontrar una solución al problema que se le plantea.

detective-de-consultoria-con-la-pipa-y-lupa-silueta_17-705142225A un perito se le encargan informes de carácter histórico-artístico, la valoración económica y tasación de obras de arte y todo tipo de antigüedades, pero entre los diferentes casos a los que se debe enfrentar, el determinar si una obra es falsa o no, es uno de los más complicados y requeridos. Antes de que la ciencia comenzase a ser una ayuda, el descubrimiento de una falsificación siempre fue posible gracias a la atenta mirada de quienes realizaban el estudio, y aun tratándose de una pericia subjetiva basada en el bagaje cultural, la formación y la experiencia de quien la realizaba, aun hoy en día resulta indispensable para determinar la autenticidad de una obra de arte.

A la hora de establecer la autoría de un cuadro, por ejemplo, se realiza un examen compositivo, iconográfico, se analizan la pincelada y los colores, etc. Pero mucha gente no sabe lo importante que es observar con detenimiento el reverso para examinar la trama del lienzo, las anotaciones o el tipo y la disposición de los clavos que lo fijan a la estructura. Se debe también comprobar si se corresponden los materiales con los utilizados por ese artista en particular. La observación de la firma es otro factor que no debe olvidarse, porque si bien es cierto que aparentemente es lo más fácil de imitar, no es menos cierto que un experto es capaz de analizar y reconocer la configuración particular de una determinada grafía.

Aparte de la experiencia y los conocimientos del experto, que a veces no son suficientes para eliminar las dudas y recelos, al igual que hacía Sherlock, se recurre al laboratorio para analizar aquellas muestran o pruebas que le puedan ser de utilidad para resolver el misterio.

Afortunadamente, cada vez se avanza más en técnicas de carácter científico que permiten datar e identificar materiales o arrepentimientos, entre otras cosas. Estas pruebas de laboratorio pueden confirmar o desmentir las opiniones vertidas sobre una determinada obra, y se suelen utilizar en casos de especial importancia. Entre las técnicas utilizadas destacan las de carácter no destructivo como la Espectroscopía Raman, para el análisis de pigmentos o la reflectometría I.R., gracias a la que se pueden ver firmas o dibujos subyacentes. En el caso de las obras o antigüedades realizadas en madera se suele aplicar la dendrocronología para establecer su edad, al igual que lo hace la termoluminiscencia sobre todo en cerámicas y en determinadas esculturas de bronce. Estas son algunas de las muchas técnicas que existen y de las que nos podemos valer.

Pero no debe olvidarse que los falsificadores están plenamente informados sobre la forma de trabajar del pintor a imitar, generalmente sus trabajos se centran en aquellos que tienen una gran demanda en el mercado. A veces reutilizan materiales de épocas pasadas con el fin de burlar a las pruebas científicas, y en estos y en otros casos es determinante la intervención de un experto en arte, que como sherlock, sea capaz de reunir las diferentes pruebas e indicios encontrados, y encajar todas las piezas como si de un puzle se tratase, a fin de lograr desvelar el misterio.